En el marco de la celebración del
58° Encuentro de Ciencias, Artes y
Humanidades, realizado en la FES Acatlán, el Dr. José Luis Díaz
brindó la charla El ábaco, la lira y la
rosa. Las regiones del conocimiento.
José Luis Díaz es Investigador de
la Facultad de Medicina en la UNAM, especialista en psicobiología y autor de
artículos científicos y obras como “Psicobiología
y conducta. Rutas de una indagación” (1989), “La mente y el comportamiento animal” (Editor, 1994), “El ábaco, la lira y la rosa. Las regiones
del conocimiento” (1997) y “La
conciencia viviente” (2007).
La charla de aproximadamente una
hora de duración se centró en las ideas que habían guiado a José Luis Díaz a
escribir El ábaco, la lira y la rosa. Las
regiones del conocimiento. Entre estas ideas rectoras se encontraban la
transdisciplina; la convergencia las ciencias, las humanidades y las artes en la
cultura y la conformación del conocimiento; y los períodos en las que la unión
de éstas complementaron los conocimientos o prácticas de cada una.
En cuanto a recursos: para lograr
una charla más interactiva el ponente utilizó una presentación en la que, con
ejemplos o esquemas, explicaba la idea que quería transmitir. La búsqueda de
estos ejemplos y el estudio de las diferentes temáticas se notaron con creces:
el doctor a pesar de ser un especialista no solamente exponía su saber, sino
que contextualizaba, explicaba, sintetizaba, ejemplificaba. No caía en lo
trivial, pero no por ello no era algo accesible.
La escenografía del lugar también
fue idónea para mantener la atención del público, aunque un elemento secundario,
mantenía la atención hacía el escenario. En cuanto a recursos técnicos, se utilizó
una presentación en Power Point que era la guía para el desarrollo de los temas,
a pesar de algunas fallas con el material audiovisual el ponente era capaz de
continuar con los ejes temáticos de la charla. Las imágenes y esquemas
presentados eran acordes a lo que se explicaba. La cuestión del tiempo: no fue
suficiente para explicar todos los temas que el ponente tenía contemplados, los
tuvo que explicar superficialmente.